domingo, 25 de octubre de 2009

La Odisea

En la famosa novela épica griega la Odisea, el pobre Ulises se ve condenado a sufrir cientos de horrores  marítimos hasta que por fin consigue regresar a casa con Penélope, su mujer. Igualito igualito que los propietarios de este bar-vinoteca, que lo pasaron fatal para conseguir que el Ayuntamiento malagueño no echase abajo su casa... la última que queda en pie de lo que llamábamos La Coracha.
De ahí viene su nombre, según nos contaba el propietario.
Y debo decir que el esfuerzo ha merecido la pena: esta casa de tres pisos situada en pleno corazón verde de la ciudad resulta un magnífico oasis en nuestras tardes de ocio.



La Odisea no es un restaurante. Más bien lo consideraría una tapería, un local agradable donde tomar el aperitivo o comprar alguna botella de vino para una ocasión especial, ya que dispone de vinoteca malagueña.
El edificio es precioso a pesar (o quizá gracias a ello) de sus más de cien años  de existencia. Se trata de una casa de tres plantas donde la inferior se ha acondicionado para su uso comercial; y la decoración de cada rinconcito, respetando el espíritu antiguo e incluso permitiéndonos disfrutar de la entrada a un viejo refugio de la Guerra Civil en el patio interior de la casa, hacen de este lugar un sitio especial y mágico donde sin duda sorprenderemos a nuestros amigos y conocidos.
La cocina es casera y cien por cien malagueña. En el menú no encontraremos ni un plato que no se haya hecho con productos de la provincia de Málaga: migas, croquetas, embutidos, queso, tortillas de verduras... Eso sí, aunque en la carta haya ciertos productos fieles que siempre estarán disponibles, la cocinera-que también es la mujer del propietario- se reserva el derecho de ir cambiando otros semana a semana según lo crea conveniente. Yo personalmente os recomiendo, si os gustan, las migas y el vino dulce de Moclinejo: exquisito.




Debo destacar que el local no es muy grande y que tampoco hay demasiadas mesas, por lo que no recomiendo ir allí en grupos o en familia (a no ser que seáis tres gatos, como en la mía :P). Lo ideal es ir en pareja, y mejor que mejor si la visita se realiza a eso de las ocho de la tarde para un aperitivo tranquilo antes de cenar. Eso sí, cuando hace buen tiempo en la terracita de fuera colocan algunas mesitas, con lo que la capacidad aumenta un pelín.

¿El precio? No es barato, pero tampoco excesivo. Calculo que pidiendo un par de vasos de vino y dos raciones te saldría de 15 a 20€. Para ir de vez en cuando no está mal, aunque tampoco es una tapería de barrio en plan Casa Manolo.

Para llegar hasta allí os recomiendo ir en autobús, ya que cualquier línea que pase por el Paseo del Parque o la Malagueta os dejará bastante cerca. Teniendo en cuenta que el bar está situado justo a la salida del túnel de la Alcazaba, -en la misma Plaza del General Toriijos-, también nos sirven los autobuses que pasen por la Merced o Calle Victoria.
Si queréis ir con vuestro coche propio, os recomiendo paciencia para aparcar o pagar el parking de la Alcazaba y quitaros de problemas.

Me pregunto si a Ulises se le agrió el carácter después de tanto viajecito. A los propietarios de la Odisea no: son encantadores. Gracias por cuidar de vuestro negocio con tanto cariño e ilusión, que esas cosas son las que se notan al final.




DATOS PRÁCTICOS:


La Odisea- bar / tienda de vinos
c/ Subida a la Coracha,  nº 1.  29016 Málaga
Telf:  952 21 79 20 / 651 35 46 97

viernes, 23 de octubre de 2009

Sobre este blog.

Me llamo Bea (aunque algunos me llaman "La Rizos") y tengo 28 años.
Vivo en Málaga y se podría decir que no soporto estar encerrada en casa, por lo que disfruto bastante conociendo nuevos bares de copas, cafeterías, terrazas costeras y restaurantes de todo tipo.
Los malagueños tenemos la suerte, además, de vivir en una de las ciudades con más ambiente de la Península: tanto en verano como en invierno disfrutamos de un clima agradable que nos permite salir y pasarlo bien a cualquier hora, y eso se nota en la enorme oferta de ocio disponible.

Internet revolucionó mi vida. Fue todo un descubrimiento cuando descubrí que con un par de clicks podía hacerme con los teléfonos de mis restaurantes favoritos, con la dirección de la nueva discoteca, con los horarios de apertura de esa coctelería del paseo marítimo que adoro...
Lo que sí echaba en falta a veces era alguna opinión válida. Si estaba buscando, por ejemplo, un restaurante vegetariano en mi ciudad y desplegaba el listado que tan amablemente me ofrecía Google, podía entrar sin problemas en las webs propias de cada establecimiento y leer sus características. Pero claro, en todas sus webs nos pintan a los restaurantes como maravillosos... y yo quería la opinión de alguien como yo que haya estado allí de verdad.

Por eso me decidí a crear este blog. No soy crítica culinaria ni me creo portadora de la verdad universal... simplemente me limitaré de forma informal y cercana a dar mi humilde opinión acerca de los lugares que visite en mis ratos ociosos. Trataré, además, de aportar tantos datos como crea verdaderamente útiles (quizá el año de inauguración de un restaurante pijo no sea importante, pero sí qué autobuses hay que tomar para llegar allí) y dejaré mi e-mail abierto a preguntas, sugerencias, propuestas o, por qué no, críticas. Que para eso estamos.